Restos de un pasado eternamente salvaje entre la decadencia de las grandes ciudades, todavía crecen briznas de hierba entre el asfalto, la vida salvaje resiste bajo la amenaza de los cazadores entre carreteras y vias de alta velocidad. Grandes moles de cemento tapan la luz del sol observándonos, la gente se rebaja se deja chantajear con promesas de un futuro mejor mientras pierden lo más importante: el presente de sus vidas, su libertad, viviendo una vida irreal, conscientes en el fondo pero rechazando la realidad, evitando pensar con la ayuda de la televisión o cualquier producto artificial, mejor cuanto más caro y más consumo produzca. Lxs niñxs queman sus libros, lxs presxs se fugan, los jóvenes no quieren trabajar prefieren la basura, no hay quien saque a la abuela de la huerta, tu mujer se ha ido y nunca más la verás. La vida todavía resiste en el mundo feliz que construyen cada día con hormigón, cables y PVC. Aún escapa al control intentando recuperar su estado salvaje, su estado natural. Sabemos que ningún imperio es eterno, la civilización no puede proseguir, grietas en el asfalto, la humanidad tiene que renunciar al consumo, a la destrucción, hundir la industria, las multinacionales. Fundirnos con la naturaleza, luchar por la llegada de un nuevo amanecer.
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Crisistema
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17:11
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